Etapa 3: Assilah-Agadir-Cerca de Tiznit

Etapa anterior: Etapa 2: Lorca-Algeciras-Ceuta-Assilah

En esta tercera etapa tenemos una agotadora jornada de autopistas y carreteras marroquíes. Más de 800 km por delante y además, hoy va a ser nuestra primera acampada.
Nos levantamos pronto para desayunar y poder salir lo antes posible. Hoy el cielo está cubierto y no hace mucho calor. Para mí, la autopista era impresionante. Aquí hay una mezcla interesante de coches nuevos y viejos, muy viejos. De camiones nuevos y viejos, muy viejos. De motos grandes y pequeñas, de carros tirados por burros, de gente andando y cruzando (¡¡una autopista de 3 carriles!!)... Al llegar a Rabat, tenemos que atravesar la ciudad, lo cual nos hace perder bastante tiempo. Están haciendo una circunvalación, pero a saber cuándo la acaban.

Poco después llegamos a Casablanca. Se ha puesto a llover. Al salir de la ciudad, un accidente tiene cortada la carretera y tenemos un atasco monstruoso. Por fin salimos del atasco y volvemos a la autopista. Y venga kilómetros. Paramos a comer cerca de Marrakech en un área de servicio y continuamos. Estamos llegando a las estribaciones del Atlas.

Yosu ha encargado unas pegatinas muy chulas.

La autopista entre Marrakech y Agadir atraviesa la parte más occidental del Atlas. Justo al terminar la cordillera se llega a Agadir.

Pero nuestro objetivo de hoy es acampar en un acantilado cerca de Tiznit. Así que atravesamos Agadir y nos adentramos en carreteras nacionales. Empezamos a ver los típicos camiones Bedford, Ford y Berliet, cargados con muchísimas cosas que llevan de acá para allá.



Ya atardeciendo encontramos la pista en la que hay que desviarse para ir al sitio elegido. Cuando no llevamos ni dos metros de pista (como se ve en la foto) Gus se mete de lleno en una zanja.

Nada que no tenga solución. Total, unos 10 metros más adelante estaba la entrada buena a la pista.

Empiezo a quedarme asombrado con los colores de los atardeceres. Aún no hemos bajado muy al Sur, pero por estas latitudes la luz es distinta.

Tras unos kilómetros de pista llegamos al acantilado elegido ya casi de noche. Montamos las tiendas de campaña y sacamos los artilugios de cocina para cenar y nos reunimos en grupo para charlar, contar anécdotas, reir e irnos conociendo mejor, porque algunos no nos conocíamos entre nosotros hasta este viaje.

Siguiente etapa: Etapa 4: Cerca de Tiznit-Playa Blanca