Etapa 5: Playa Blanca-El Aaiún

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Por la mañana, después de desayunar y recoger, vamos a buscar la salida del oued. Es una pista de arena que sale por uno de los laterales, con una pendiente considerable y bastante larga. Tendremos que tener cuidado para salir de allí, especialmente yo que no llevo ni ruedas buenas para arena, ni bloqueos de diferencial, ni cabrestante, ni nada. Pero bueno, sin mucho problema todos salimos de allí, ya fuera a la primera o a la segunda intentona.

Pronto cogemos la carretera que nos llevará a Tan-Tan y hasta Tarfaya, la famosa Nacional 1 que atraviesa todo el país de Norte a Sur por la costa. Poco antes de llegar al parque nacional de Khenifiss, nos paramos en el "agujero del diablo". Se ha formado un agujero, como un pozo, en el acantilado y en el fondo se puede ver cómo el mar entra en el pozo.

La carretera en esta zona va totalmente paralela a la costa, pero llegando a Tarfaya se separa. Al salir de Tarfaya tomamos la antigua carretera española a El Aaiún, que va por la costa. La nacional se mete más por el interior. 


A pocos kilómetros de la ciudad, nos encontramos con los restos del naufragio del ferry Assalama.

El Assalama fue un ferry que, durante poco tiempo, unió Tarfaya con Fuerteventura. Un accidente en la maniobra de salida del puerto de Tarfaya hizo que el barco quedara a la deriva y embarrancase. No hubo víctimas ni heridos, pero por desacuerdos entre la naviera, la aseguradora y los gobiernos de Marruecos y España, la nave y su carga (equipaje de los viajeros, coches, camiones, furgonetas...) quedó abandonada así como la veis, a unos cientos de metros de la costa y a un kilómetro escaso del puerto.

Continuamos camino. Seguimos por la carretera y llegamos a la teórica frontera con el Sáhara Occidental. Aquí, un control de la gendarmería nos tiene parados más de una hora. Nos piden todos los datos y todos los pasaportes. Mientras esperamos, contemplamos el tráfico que tiene esta carretera, que no es mucho. Es algo que sorprende si tenemos en cuenta que es la única vía de comunicación segura para atravesar el Sáhara. Las otras carreteras por el interior transcurren por zonas que o están en guerra, o no están controladas por los gobiernos de los países, sino por grupos rebeldes armados. Aún así, el trajín de camiones es incesante. Además, hay dos gasolineras justo enfrente del control. Son las dos primeras del Sáhara, y aquí el combustible está subvencionado por el gobierno de Marruecos. Si en el norte del país el gasoil estaba a unos 8-8,5 dirham (unos 0,80 €), aquí está entorno a 6 (0,60 €).

Tras todas las comprobaciones oportunas por parte de los gendarmes, nos dejan continuar. Pronto cogemos la pista que nos lleva a la playa.


Alguno se atasca un poco en el cordón de dunas.

Entramos a la playa y ahora sí, 80 kilómetros por delante para disfrutar. También hemos llegado con marea baja, así que tenemos mucha playa para nosotros.








Llegando al final de la playa, ésta se ondula un poco y tenemos que meternos más hacia el agua para coger la parte llana. En alguna de esas ondulaciones hay rocas y alguno llega a levantar las ruedas del suelo. Además, tenemos que tener cuidado porque hay casetas de pescadores que tienen tiradas las cañas, así que les esquivamos con cuidado.

Salimos de la playa y vamos a la carretera nacional para entrar en El Aaiún. En el control policial de la entrada nos hacen pararnos, nos revisan otra vez la documentación a todos y nos dicen que nos estaban esperando. Nos dejan continuar y nos vamos al hotel. Algunos se van a comprar y otros nos vamos a lavar los bajos de los coches. Hay que quitarles los restos de sal que no son nada buenos.

En el hotel tenemos la cena, y aprovechamos la wifi para hablar con las familias. Ya hace un par de días que no hablamos con ellos.

Siguiente etapa: Etapa 6: El Aaiún-Cerca de Esmara